LOS MONEGROS

Esta es una ruta que quería hacer hace un tiempo, pero que siempre pensaba que lo mismo no merecía la pena por lo anodino de su paisaje. Que  equivocado estaba, me sorprendió gratamente, no se si por que este año ha llovido mucho y todavía el sol no había achicharrado la vegetación existente.
También seleccione un poco los sitios más bonitos para recorrerlos pero con eso y todo me han gustado mucho y lo más importante he disfrutado una barbaridad recorriendolos.

Salí de casa a eso de la 6 de la mañana dirección Zaragoza y a los pocos kilómetros de pasar Zaragoza me desvié a la localidad de Alfajarín, allí tomé las primeras pistas, nada más empezar  paré a ver el castillo de los Cornel y la ermita de la Virgen de la Peña.

Proseguí el camino por unas pistas amplias y rápidas flanqueadas por pequeños campos de cereal  que se adentran en los montículos negros, por los que esta zona recibe el nombre de monegros.

Pasaron muchos kilómetros así, hasta que poco a poco me fui metiendo en zona un poco más boscosas y de sierra, pero siempre flanqueado por campos de cereal.

Durante unos cuantos kilómetros salí a carretera aunque enseguida me desvié a ver unas trincheras de la guerra civil.

 

 Después de recorrerlas y visitar los túneles y demás, me puse en marcha de nuevo por unas pistas interminables y muy solitarias, no me encontré con nadie durante muchos kilómetros.
Las pistas estaban muy rotas, imagino que debido a las tormentas recientes, todavía se veía algún charco en ellas.
El paisaje dista mucho de lo que nos imaginamos de los monegros, hay grandes pinadas y mucha vegetación, aunque claro es la parte más alta, abajo se ve otro paisaje muy distinto, aunque eso lo recorreremos más adelante.

Poco a poco fui descendiendo y el paisaje lógicamente fue cambiando, los pinos y los barrancos fueron dando paso a llanuras y campos de cereal, también la temperatura subió , pero de momento aguantaba bien el calor.

A partir de aquí recorrí un tramo espectacular, también sufrí un susto importante, el camino estaba recién repasado por una moto niveladora, y había un polvo fino de unos 10 centímetros que hacía que la moto se fuera para todos lados. Iba de pie y de repente se me fue de la parte delantera menos mal que pude hacerme con la moto pegando un pisotón, que me costo tres uñas negras, pero al menos no me caí.
Un poco más adelante me metí en una zona con la vegetación muy alta para hacer una foto  y  la rueda trasera se embozo y se me cayó la moto. Se quedó del manera que no había manera de levantara yo solo, todo esto a mas de 30 grados, me pegué una buena sudada hasta que al final arrastrándola un poco pude mover el manillar para poder levantarla.

Atravesé una zona en la que había una formaciones rocosas que se asemejan a los que hemos visto en las películas de oeste, por la zona creo que las llaman tozales, la verdad es que a pesar del cansancio, y del calor esta zona la disfruté muchísimo, realmente merece la pena la visita y claro me ha cambiado radicalmente el concepto que tenia de los monegros.

Viendo las temperaturas que tenemos ya en Madrid ahora mismo circular por las pistas de los monegros se me antoja poco más que imposible, al menos para mi, a no ser que salgas a primerisima hora, creo que tuve suerte por que cuando pasé yo  todavía no hacía demasiado calor y la vegetación no estaba agostada.
Circulando por las pistas además de encontrarme pasajes increíbles y otras formaciones que ya había visto en las Bardenas,  también me encontré una ermita en medio de la nada y construcciones ganaderas.

Pasaban ya de las 3 de la tarde y no había parado ni a comer, cuando viajo es que ni me apetece parar a comer, me voy alimentando de barritas que meto en los bolsillos de la cazadora y agua eso si, menos mal que me lleve 3 litros de agua, por que me los bebí enteritos, aparte al regreso me bebí otro litro y medio que compré en una gasolinera.
Me encontré más tozales, este concretamente era más grande pero estaba alejado del camino, así que tocó hacer campo a través.

Después de parar un rato para contemplar y fotografiar el tozal, regrese para casa no sin antes pasar por Rodén camino de Zaragoza.

Llegué a Rodén por carretera, ya antes de llegar se veía en lo alto , bueno lo que queda, que no es más que la torre y un montón de piedras y paredes derruidas, da cosa y mucha pena observar tremendo desastre, pensar que lo hicimos entre españoles, una autentica pena.

Desde aquí y por la aburrida pero necesaria autovía ya para casa. Un gran día de moto y para mí una grata sorpresa los Monegros.

Hasta la próxima.