MONFRAGÜE Y LOS LLANOS DE CÁCERES

Después de mucho tiempo escribiendo en foros de motos y publicando mis fotos en redes sociales, he decido plasmar mis experiencias en un espacio propio donde seguro que me encontraré más cómodo y donde seguro que vosotros futuros lectores también podáis disfrutar más .
Levaba más de 2 meses sin ni siquiera arrancar la moto, y aprovechando la festividad del 1 de mayo decidí salir a darme una vuelta. A la hora de arrancar la moto casi no me arranca, ese último golpe de energía hizo que la moto arrancara, pero me temí lo peor, afortunadamente pude disfrutar de un día de moto fantástico. Los kilómetros habituales por autovía hasta llegar al punto de salida, que en este caso era el desvió hacia la localidad de Jaraicejo en la provincia de Cáceres.
Nada más desviarme me encontré con un puente de piedra muy bonito que se levanta sobre el río Almonte, allí paré para hacer unas fotos y descansar un poco de los más de 200 kilómetros que había recorrido hasta llegar allí.

 Seguí por carretera hasta la localidad de Torrejón el rubio donde reposte gasolina y desde allí mismo tome una pista que me llevaría hasta el parque Nacional de Monfragüe. Dentro del parque había muchísima gente por lo que recorrí los sitios más emblemáticos como el salto del gitano y me dirigí a la siguiente pista, pero cuando llego al comienzo de la misma una puerta metálica impedía el paso por lo que tuve que hacer un enlace por carretera hasta el siguiente punto de la ruta.

La moto iba devorando kilómetros, a ratos por pistas con rectas interminables a ratos por carreteras en las que un coche cabe difícilmente, eso si no vi ninguno, lo único que se veían era el ganado pastando en las inmensas fincas.

Las horas iban pasando inexorablemente y una vez más veía que no iba a poder completar el recorrido y es que casi siempre me pasa lo mismo hago rutas tan largas que casi nunca las puedo completar, si a esto sumamos que en cuanto encuentro un sitio que me gusta me entretengo haciendo fotos y disfrutando de el.
En el termino municipal de Aliseda me encontré un puente romano sobre el río Salor, en este caso estaba algo reconstruido pero aún así era impresionante verlo.

Fui parando cada poco rato para hacer fotos, esta zona en primavera es un paraíso, esta todo verde, eso si en verano puedes morir de calor, yo lo hice hace años en agosto y casi muero de calor.
Recorrí varias dehesas, y el nexo de unión entre ellas es una carreterita o camino rural asfaltado  que no tiene desperdicio, cruce un pequeño rió y  allí estaba una cigüeña  a la que pude hacer una foto, poco más se dejó, en cuanto me sintió, salio volando.

Desde que salí de Monfragüe y a excepción de cuando pasaba por algún pueblo no me encontré
absolutamente a nadie, cuando uno vive en una gran ciudad como Madrid, encontrar este rincón de paz y tranquilidad no tiene precio y si encima le añades un día como el que hizo, pues eso que no dan ganas de marcharse de allí. Es difícil expresar lo que uno siente al encontrarse solo en un sitio tan bonito, no hay montaña, solo llano y dehesas, aunque no se echa de menos la ausencia de montañas, es un paisaje diferente, siempre tendemos a buscar aquello que nos van metiendo por los medios de comunicación películas etc, pero zonas como esta siguen siendo autenticas, de momento el turismo no las ha desvirtuado.

Una vez se terminaron las rectas y la carretera estrecha salí a una comarcal y luego bordeando la frontera con Portugal cogí la autovía me llevaría otra vez hacía Madrid, al final me salieron 830 kilómetros y empleé 13 horas en hacer el recorrido, la verdad es que estoy ya deseando de volver otra vez para hacer lo que no me dio tiempo.